Me olvidé primero de ti
y después me olvidé de los dos.
Y ahora puedes marcharte,
casi te oigo decir,
da igual que llegues tarde
porque nadie espera por ti.
Me sabe mal que te desangres
pero límpialo todo antes de salir.
Nadie tiene por qué ensuciarse,
tu basura te pertenece sólo a ti.)
Y mañana jamás se parece
a ese mañana de ayer,
y acabamos hundiéndonos
el uno en el otro otra vez.