Había un tipo que se le daba por gritar en las calles,
Una mujer con largos cabellos negros como la noche mas oscura
Un niño jugando a las escondidas
Varias palomas, y el sol cayendo a lo lejos
Camine hasta la estación de tren la miserable vida de las calles me hacían sentir miserable.
De ahí partía el tren, todos corrían y de fondo se escucha -estos muchachos ps se desesperan
y atrás viene otro, así pasan los accidentes- decía mientras agitaba el periódico que llevaba en la mano derecha
¡ Que escena tan vulgar! pensé y decidí salir de ahí.
De ahí comprendí por que pocas veces se me daba por vagar por las calles super pobladas de gente sin vida;
aunque ellos creen que la tienen .
Pero ¿ yo la tenia? paso varias horas encerrada conmigo misma y hasta a veces no me llevo bien, me miro al espejo y me prometo que cambiaré y se que es mentira que no lo haré que no quiero hacerlo.
Y una vez mas me sumerjo en la ciudad, y ahí soy inexistente,
nadie nota mi presencia y camino sin rumbo... y blasfemo y lloro y nadie lo nota...
Me molesta y me seco las lágrimas... -no merece la pena- pensé nuevamente.
Hasta que te encontré sentado en una plaza sumergido en papeles, sonreí al verte, pero no dije nada, tal vez si él notaría mi presencia... levantaste la mirada y dijiste - te juro fue una corazonada sabia que vendrías- y volví a sonreír, me senté a tu lado y te conté lo que sentía al caminar por las calles.
Sonreíste, y comenzaste hablar:
" son ideas tuyas, perdón me retracto, es tu culpa, te crees inexistente pero todos te notan, yo te note aquella vez, pero cuando al fin comprendas de que el mundo no seria lo mismo sin ti, ahí notaras tu presencia. Ahora vamos por ahí... ¿que importan los demás?"
Desde aquella vez que salgo los sábados por las calles siento que existo y siempre te encuentro allí
con tus papeles y sintiendo la misma corazonada...
J tal vez solo me ves
