Que no interrumpa lo cotidiano mis pensamientos

26 nov 2010

Detrás del vidrio

A Moisés, por querer y llamar a Anna


La noche era cálida, un poco de viento quizás pero pesada
como si se acercara una de esas tormentas que duran poco, pero
son intensas.
ya sentía el olor a tierra húmeda y miré por la ventana los pastos del jardín
que se mueven para un lado y para el otro.
Detuve mi mirada un instante en ellos y me perdí. mis pensamientos vagaban por algún lugar y lo noté, pero no quise detenerlos, llegué lejos. Volví a la realidad luego de un tiempo, pero no recordé nada, estuve ausente como siempre, pero esta vez aun mas.
No me sentía ni bien ni mal, no me sentía.
Cada sonido a mi al rededor se escuchaba con mas claridad; ellos captaron toda mi atención, y comencé a reír, a reír, mucho y me asuste. Me recoste contra la pared. y presione fuerte contra mi pecho la almohada, no quería oír los ruidos. cada vez eran mas nítidos , firmes. Cerré los ojos con fuerza. Tenia miedo de ver ¿qué? No sé, pero sentía miedo. Tampoco quise apagar la luz. Las fotos pegadas en la pared me sonreían burlonas y el tic tac del reloj me exasperaba. ¿cuanto tiempo habría pasado?. Creo que me dormí. Me desperté otra vez con la almohada firme sobre mi pecho no podía respirar, pero me sentía bien. mire por la ventana y las primeras gotas caían sobre ese pasto que antes me había llamado la atención, recordé una canción y comencé a tararearla, y las gotas resbalaban sobre el vidrio. ¡ Dios no llores! exclamé en voz alta. Pero el no respondió, como siempre... O como nunca, pero seguí, después de todo nunca esperé sus respuestas ¿ por qué lloras? pregunté... pero nada. Sentí pena por él ¿A quien le importa lo que sienta él? Miré el rosario colgado en la manecilla de la ventana. Dudé y luego pensé, crucificaron a su hijo y a nadie le importa lo que sienta él.
Pero ¿ A mi me importaba? No sé, quizás, a veces si. Pero no era esta la ocasión. sonreí una vez mas, el tic tac seguía detrás, miré el reloj con impaciencia. Y llegué a la conclusión de que el tiempo se me había pasado. Si, esperando a que dios me responda. A sabiendas que como siempre , como nunca iba contestar.


De veras Moisés gracias por quererla...

22 nov 2010

ULTIMA PAGINA

Tengo un reproche que hacerle al mundo.
Lo culpo por haber desatado sobre mí
toda la furia de este mal incurable,
de esta patología del espíritu:
El doble don de la sensibilidad suficiente
para apreciar las cosas buenas y sencillas,
y la absoluta incapacidad para disfrutar de ellas.
No es la mala vida la que me mata, no;
es la vida toda
y mi conciencia extrema de ella
-vislumbre de la muerte.
Primero maldigo. Luego
reclamo un poco de atención:
Dimito como ser humano.